Durante el
año pasado han comenzado varias “salas de oración” en campus universitarios
americanos e ingleses y la respuesta ha sido increíble.
Las praying rooms se caracterizan por ser
pequeños oratorios, capillas, o simples salas que preparadas de una forma
adecuada para los jóvenes permite un espacio adecuado para la adoración, la
reflexión, el silencio, el encuentro con Dios. La promoción de estas salas la
comenzó en el mundo evángelico el movimiento 24/7 y está activo entre los
católicos desde hace años en el mundo. Éste es el artículo de
referencia:
https://24-7prayer.com/blog/2694/breaking-barriers-building-lives-on-campus
La traducción es muy pobre, perdonad. Un apunte, cuando habla de "cristianos" se refiere a lo que nosotros llamaríamos "cristianos practicantes" más o menos, incluso mejor dicho "cristianos que creen de verdad en Jesús" y cuando dice "no cristianos" distinguiéndoles de "de otras religiones" se refiere a bautizados que en realidad no siguen al Señor, nuestros "cristianos no practicantes" o incluso "practicantes pero realmente".
https://24-7prayer.com/blog/2694/breaking-barriers-building-lives-on-campus
La traducción es muy pobre, perdonad. Un apunte, cuando habla de "cristianos" se refiere a lo que nosotros llamaríamos "cristianos practicantes" más o menos, incluso mejor dicho "cristianos que creen de verdad en Jesús" y cuando dice "no cristianos" distinguiéndoles de "de otras religiones" se refiere a bautizados que en realidad no siguen al Señor, nuestros "cristianos no practicantes" o incluso "practicantes pero realmente".
Ben es
capellán de la Universidad de Gloucestershire. Aquí comparte esta gran
historia:
"NO
PODEMOS ENCAJONAR A DIOS"
Al comienzo
del presente año 2017, el equipo de capellanía y yo nos propusimos reunir a
estudiantes cristianos de la universidad para orar
específicamente por su universidad en una sala de oración. De este modo el equipo de capellanía
organizamos el programa “24 horas de oración” en 3 de nuestros campus. Como ya
teníamos espacios dedicados para la oración y la meditación sólo tuvimos que
decorarlos de forma especial para prepararlos.
Era la
segunda vez que organizábamos un evento de oración de 24 horas en la universidad
y tenía grandes esperanzas de que los estudiantes cristianos crearan espacio en sus agendas para involucrarse. Esperábamos que una sala de
oración atrajera a los estudiantes cristianos ¡pero cual fue mi
sorpresa cuando nos encontramos acogiendo no sólo a no cristianos (nosotros los
llamamos “no practicantes”), sino también a estudiantes y trabajadores de otras
religiones que querían participar también!
Después de
completar las 24 horas de oración, un estudiante cristiano quiso compartir con
nosotros lo que sentía que Dios le había dicho, nos dijo:
"Dios
continuará usándonos para ayudarle a lograr su objetivo de reconstruir las
vidas de aquellos que aún no le conocen".
Ahora,
mientras reflexiono sobre nuestro evento de oración, puedo ver cómo Dios ha
estado trabajando. Cuando creamos espacio para que los estudiantes orasen,
comenzamos a entender más de lo que Dios estaba haciendo; cómo se estaba
moviendo en la vida de la gente, y las formas en que se presentó a la gente.
La oración,
para muchos, es parte de su sistema de fe y sus creencias, pero para otros, no es tan
fácil y les plantea preguntas. Ahora me doy cuenta de que en el pasado, muchas
he creado barreras de manera involuntaria hablando acerca de la oración con un
uso irresponsable del lenguaje, no contextualizando mis palabras y sin mostrar
comprensión acerca de las culturas de los demás.
A menudo
como cristianos, estamos tan atascados en nuestras rutinas de lo que significa
hacer "misión" que en realidad podemos bloquear a la gente y
separarla más que acercarla a Dios. No podemos encajonar a Dios. Estoy
muy agradecido por los no cristianos y amigos de otras religiones que se
acercaron a nuestra sala de oración y hablaron realmente con Dios.
Hay muchas
maneras de compartir la fe. Y ahora veo que la eliminación de las barreras -que
involuntariamente puse en marcha- es esencial.
Mi sueño es
que los estudiantes de mis campus sigan a Jesús. La creación de una sala de
oración en el campus ha sido una de las formas en que hemos comenzado a ver
esto suceder.
Yendo un
día a trabajar en mi coche, sentí que Dios me hablaba lo importante que era
crear un espacio para la oración dentro del plan que El estaba desarrollando en
la universidad. Cuando llegué a mi oficina, un miembro del personal, que no
tiene fe, me entregó un viejo taburete de oración y reclinatorio: era la señal
de que Dios estaba confirmando su palabra.
Cuando
creamos un espacio físico para encontrar a Dios sentía en la oración que no
sólo los cristianos habitarían ese espacio. Mi oración era para que también los no cristianos se sintieran
bienvenidos; esto sucedió y mucho más: ellos encontraron al Dios vivo.
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